Descripción
El templo original fue construido en Bab al-Kalabsha durante la dinastía XVIII, un templo en honor a Amenhotep II. Después, en honor al dios Sol nubio, Mandulis, a principios de la época romana, en el año 30 a.C, el templo original fue ampliado y modificado en gran parte por los ptolomeos y luego bajo el mandato del emperador Augusto, pero no se terminó.
Debido a frecuentes inundaciones provocadas por el crecimiento de aguas de Lago Nasser, el templo fue trasladado al sur de la presa de Asuán, en la Isla de Nueva Kalabsha. Las obras y estudios arqueológicos para el traslado fueron realizado con la ayuda de Alemania en 1962, tardando más de dos años.
Hoy, el templo de 76 m de longitud por 22 m de ancho, es uno de los principales exponentes de la arquitectura egipcia en Nubia. Hecho por trece mil bloques de piedra. Su modelo responde al modelo de los templos egipcios de época tardía, con algunas variaciones, como la inclinación hacia el interior del pilono, el patio pavimentado, rodeado por una galería porticada por tres lados, destruida por u terremoto y posteriormente reconstruida.
La sala hipóstila consta de doce columnas con capiteles campaniformes con ornamento de motivo vegetal, en los muros y dinteles se ven imágenes de dioses y reyes, escenas de ofrendas y adoración.
Hacia el siglo IVd.C el cristianismo fue introducido a Egipto, el templo fue convertido en iglesia, lo que se ve el en Naos, con la estructura de tres naves con columnas.
– Textura propuesta
La textura propuesta está basada en una de las imágenes en relieve de dioses, en este caso es del dios Manudils, representado como halcón con cabeza humana con el característico peinado nubio. Con una corona “Hemhem” y rodeado de un arco con motivo vegetal. Se trata de una corona ritual del antiguo Egipto, denominada “Hemhem”, compuesta por la unión de tres coronas “Atef”, es decir, la corona base, distinción de dioses y faraones. Consta de tres elementos verticales que son las coronas básicas, con un disco solar en la parte superior e inferior, se rematan a los extremos con la representación de dos plumas de avestruz; estos cinco elementos, se disponen uno junto a otro de manera horizontal y se apoyan sobre unos cuernos espirales de carnero y para finalizar, a cada extremo se encuentra un ureos, representando la diosa Uadyet. La corona es distintiva de alto poder, portada por divinidades y faraones, representado renacimiento y juventud solar.
La textura, es una composición referente a la corona, con la repetición rítmica y secuencial de los elementos, de tal manera su repetición crea un patrón con movimiento.